La antigua Totonicapán, fue la segunda provincia en
importancia del señorío Quiché gobernado desde Q'umarkaj (Utatlán). Fue fundada
en las fértiles planicies de Patzac. Se cree que la antigua población se llamó
Otzoyá, que quiere decir lugar de los Pescaditos, sin embargo no se ha encontrado
vestigios de la misma. Después de cierto tiempo dejaron este lugar y se
asentaron en el llamado Chuimequená (lugar del agua caliente), que es el nombre
con el que aún se le conoce entre los indígenas. Posteriormente se trasladó al
lugar donde se encuentra actualmente, muy cerca del antiguo Chuimequená.
A principios del siglo XX, Totonicapán formó parte de la
provincia del mismo nombre o también llamada Huehuetenango. En su territorio,
durante la época colonial, estallaron los motines de indígenas más
trascendentales del Reino de Guatemala. Un suceso que es necesario mencionar es
que en julio de 1820, estalló entre los indígenas de Totonicapán, participando
los municipios de Momostenango, Santa María Chiquimula, San Francisco El Alto,
San Andrés Xecul, San Bartolo Aguas calientes, San Cristóbal Totonicapán y la
propia cabecera, una sublevación en la que desconocieron a las autoridades
españolas, la cual fue encabezada por Atanasio Tzul y Lucas Aguilar, coronando
a Tzul como rey de los K'iche's. Desde entonces se reconoce a la cabecera como
Ciudad Prócer. Esta sublevación se atribuye especialmente a la imposición de
los Reales Atributos que habían sido suprimidos por la Constitución liberal de
Cádiz de 1812 pero que habían sido restituidos cuando el rey Fernando VII
reinstauró el absolutismo en España en 1816. Durante el levantamiento, Atanasio
Tzul se puso la corona del señor San José y a su esposa, Felipa Soc, le puso la
corona de Santa Cecilia. El Reinado de Tzul duró solamente 29 días, pero éstos
fueron de zozobra para los criollos, a quienes amenazó con darles muerte.
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